Una pulsera capaz de reconocer las emociones
En 1975 unos joyeros de Nueva York, Josh Reynolds y Maris Ambats, sacaron al mercado un invento al que llamaron el anillo del humor. Consistía en un anillo con una gema que cambiaba de color y que funcionaba a modo de termómetro de cristal basándose en la medición de la temperatura corporal. Cada uno de los colores que se reflejaban representaba un estado de ánimo. Pronto se convirtió en el accesorio del momento a pesar de su elevado precio, donde la versión dorada del anillo costaba la friolera de 250 $.
Sin embargo, este invento carecía de cualquier base científica y llegar a identificar las emociones parecía una quimera, hasta que este año la startup Planexta anunció la creación de un dispositivo capaz de rastrear emociones.
Planexta, está centrada en la creación y desarrollo de productos y soluciones relacionados con el ámbito de la salud. Su último invento es revolucionario puesto que hasta ahora, ninguna empresa ha sido capaz de crear algo parecido. Se trata de una innovadora tecnología basada en el electrocardiograma y en sofisticados algoritmos, a la que han bautizado como Sence. Está centrada en intentar reconocer los diferentes estados emocionales por los que atravesamos. Es capaz de medir más de 64 emociones a través de la observación de la frecuencia del ritmo cardíaco. El corazón late de manera diferente en función de las emociones que estemos sintiendo. El ritmo no es el mismo cuando sentimos alegría que cuando sentimos tristeza.
A priori este invento parece una tontería ya que lo normal es que las personas conozcan las emociones que están sintiendo, pero lo cierto es que a veces es difícil distinguirlas. Por eso, las pulseras de actividad como estas, ayudarán a simplificarlo y a intentar cambiar esos hábitos que nos están perjudicando. El CEO de la compañía, Eugeny Nayshtetik, ha expresado que su mayor deseo es dar a todas las personas el control sobre su salud, tanto física como emocional. Este dispositivo pone al alcance de cualquiera una tecnología que hasta ahora ha estado reservada para organismos que disponen de una costosa maquinaria, como los astronautas o los militares.
Las pruebas llevadas a cabo demuestran que este dispositivo es muy preciso y que su funcionamiento es mucho más minucioso que el que utilizan cualquiera de los sensores tradicionales que se emplean al practicar deporte, ya que lo que estos últimos utilizan, es la técnica de fotoplestimografía. Esta mede el flujo sanguíneo, a través de los cambios de color que se producen, mediante unos sensores LED.
La nueva tecnología de Planexta se plasma en una pulsera de forma rectangular que se coloca alrededor de la muñeca, similar a la que se usa para controlar el ejercicio. Las lecturas de las emociones que realiza el dispositivo quedan reflejadas en su aplicación para iOS y Android, en la que, en forma de gráficos y barras, se muestra la evolución de la frecuencia cardíaca. Al principio se necesitan algunos días para calibrarla correctamente, para que en función de la agenda del usuario analice nuestro ritmo cardíaco. Una vez se ajuste correctamente, al usuario que la porta, realizará mediciones en intervalos de 15 minutos y será capaz de leer nuestra frecuencia cardíaca cada 4 milisegundos.
Con este brazalete podremos saber los estados de ánimo que vivimos a lo largo de un día, conocer si se han vivido momentos de ira, de nerviosismo, tristeza, euforia o alegría. Estos datos pueden ayudar a averiguar que eventos y sucesos cotidianos afectan a nuestro estado emocional y determinar la fecha en la que han ocurrido para poder así, variar esas rutinas y vivencias en pro de mejorar nuestro estado anímico.
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