Mstar M1 Pro, phablet de 5,5 pulgadas a bajo precio

Mstar M1 Pro, potencia accesible para todos los públicos

El Mstar M1 Pro es una de esas phablets que, sin llegar a sorprender por completo al no tener lo último del mercado, sí que ayuda a que los usuarios puedan llevar a cabo una gran cantidad de actividades sin la necesidad de tener que dejarse la cartera. Vale, en el mercado existen smartphones que tienen lo más de lo más, pero también es cierto que es necesario que nos dejemos algo más de 300 euros para conseguir esos aparatos.

Gracias al Mstar M1 Pro no tendréis que invertir todo el dinero que tenéis en la cartera. Es una phablet con procesador MTK6752 de 64 bits a 1,7 GHz. Ocho núcleos y 2 GB de RAM facilitan la carga y almacenamiento en memoria de todo tipo de aplicaciones. Eso, claro, sin olvidar los 16 GB de memoria ROM, la GPU Mali-T760 y la pantalla de 5,5 pulgadas IPS capacitiva con resolución de 1280 x 720 píxeles. Como ya supondréis, esas no son las únicas características interesantes.

Hay que mencionar que la phablet también tiene dos cámaras de 8 megapíxeles (delantera) y 13 megapíxeles (trasera, con flash), sistema operativo Android 5.0 Lollipop, Bluetooth, GPS y soporte Dual SIM y Micro SIM. La batería se eleva hasta los 3000 mAh con el fin de proporcionar la suficiente autonomía.

Diseño simple y duradero, adaptado a todo tipo de manos

Tener un terminal con las características internas que hemos comentado también podría hacer pensar que la parte exterior se ha descuidado. No os preocupéis, porque no es así.

El diseño del Mstar M1 Pro es sencillo, simple, pero también interesante a la vista y muy duradero. Para empezar, la parte frontal tiene la pantalla y los botones de home, atrás y menú. El primero es físico, mientras que los demás son táctiles, adaptándose a las pulsaciones. El dispositivo está disponible en dos colores, blanco y negro, pudiendo seleccionar el que más os guste.

Las zonas laterales se han reservado para los botones de volumen y encendido/apagado, con un aspecto metálico que viene muy bien. La parte trasera, dónde también se encuentra la carcasa, tiene una textura especialmente rugosa (algo abultada) que permite que manejemos el teléfono sin riesgo de caída.

Los materiales con los que está construido, una combinación de aluminio y zinc que le dan un aspecto metálico, garantizan que tendremos que tendremos que darle algo más que golpes con el fin de poder estropearlo. Atrás se deja en cierta manera el plástico, dotándolo de una resistencia más grande. Un terminal que sorprende.