La compra de seguidores en redes sociales ya es habitual
Las redes sociales son muy importantes hoy en día. No solo por resultar una de las vías de comunicación más eficientes para los usuarios registrados, sino también porque gracias a ellas se puede tener una cierta influencia sobre el gran público. Pero las personas que las utilizan para su trabajo se han encontrado con un problema: si no tienen seguidores, tampoco tienen visibilidad y, por lo tanto, no pueden llegar a los mercados que quieren.
A pesar de todo, desde hace unas meses muchas empresas y los propios usuarios han comenzado a realizar una práctica que se ha convertido en habitual: la compra de seguidores. Esta actividad es tan sencilla como comprar nuevos seguidores para diferentes cuentas en redes sociales, o adquiriendo visualizaciones para Spotify, haciendo así que se consiga más visibilidad y por otra parte se puedan publicitar productos de forma más exitosa. Lo bueno de esto es que los mecanismos de detección de prácticas no permitidos no siempre pueden detectar este tipo de infracciones. Podría parecer que el éxito está completamente asegurado.
¿Por qué no se consiguen seguidores de otra forma?
Es cierto que podríamos conseguir seguidores de una manera normal, contactando con otros usuarios y proporcionando información veraz que haga que los demás nos sigan. Pero esto se ha convertido en un proceso extremadamente lento que de cara al márketing y las ventas de las empresas no resulta beneficioso o ventajoso. La compra de seguidores permite conseguir miles de seguidores en pocas horas, logrando así que la visibilidad de las marcas se incremente de manera casi repentina.
Las redes sociales en las que se compran seguidores son habitualmente Facebook, Twitter e Instagram, plataformas que además se aprovechan para publicitar productos en los casos en los que se consigue llegan al mercado objetivo. En todo caso, tenemos que mencionar que esta compra de seguidores no es una operación orgánica y es una actividad penalizada por las propias redes sociales. Es decir, es una práctica que se podría definir como de peligrosa, en el caso de que se detecte que una cuenta ha estado comprando seguidores. Eso sí, si se evita esto el éxito será completo.
Los famosos también compran seguidores
Aunque los medios especializados y profesionales de la industria de Internet han afirmado que la compra de seguidores en redes sociales es una práctica no ética, lo cierto es que algunas investigaciones han permitido confirmar que los famosos e influencerse de la red han comprado seguidores.
Una de estas investigaciones, llevada a cabo por The New York Times, confirmaba hace unos meses que algunas cuentas de famosos estaban llenas de seguidores completamente falsos, pero que servían para dar más popularidad a los propios usuarios. Devumi, por ejemplo, es una empresa que se ha dedicado a la venta de seguidores, con especial éxito.
La investigación también ha desvelado los nombres de algunas personas famosas que han comprado seguidores: John Leguizamos, Michael Dell, Louise Linton o James Cracknell son algunos. Pero no los únicos. En todo caso, se ha demostrado que la operación es beneficiosa.
Por último, al respecto tenemos que decir que no solo los famosos tienen la posibilidad de comprar seguidores. Cualquier usuario, utilizando una tienda especializada y con la suficiente cantidad de dinero puede adquirir miles de seguidores en pocos minutos. Algo que se ha convertido en una realidad.
Redes sociales en las que se pueden comprar seguidores
Diciéndolo de una manera resumida, en casi todas las redes sociales se pueden comprar seguidores, en el caso de que esta característica esté instalada. Sin embargo, la operación se suele llevar a cabo en aquellas plataformas más populares y en las que se puede conseguir un mayor éxito. Por ejemplo, puedes comprar likes para Youtube, seguidores en Twitter y personas que hagan Me Gusta en las fotos que subimos a Instagram.
En definitiva, la compra de seguidores en redes sociales se ha convertido en una práctica cada vez más habitual y beneficiosa, teniendo en cuenta que en muchos casos los resultados son positivos. Eso sí, se trata de una práctica que está penalizada por las propias plataformas, por lo que recomendamos tener cuidado con las cuentas que se vayan a utilizar para llevar a cabo esta actividad.